06 julio, 2016

LA SOBERANIA DE DIOS EN LA SALVACIÓN


El principio de la salvación es la impartición soberana de la vida Espiritual (regeneración) dentro del corazon el cual ha estado muerto y causandole a ejercitar fe. Esto quiere decir que para que el hombre tenga fe y la ejercite, debe primero ser espiritualmente regenerado por el Espíritu Santo, de manera que el “Nuevo nacimiento” o regeneración precede el creer o el ejercer fe en Cristo. Veamos la evidencia bíblica que respalda y confirma esta verdad:


El “creer” en Jesus es el resultado de haber nacido de Dios, y no la causa de la “regeneración.” Lo mismo es aplicable al amor en el cristiano. No podemos amar sino nacemos primero de Dios. Este amor no es el afecto natural humano que gobierna nuestras relaciones diarias con nuestros semejantes; este amor es el don de Dios para el creyente que Pablo lo llama “fruto” ( Gal.5:22) y que es “derramado en nuestros corazones por el Espíritu Santo que nos es dado.”( Romanos 5:5). Tanto la fe y el amor son el resultado del acto soberano de Dios de regenerarnos por Su Espíritu.

1 Juan 5:1: TODO aquel que cree que Jesús es el Cristo, es nacido de Dios: y cualquiera que ama al que ha engendrado, ama también al que es nacido de él.

Dios hace entrar Su Espíritu dentro de los “huesos secos” ( muerte espiritual) para que “vivan” (regeneración) sin que estos ejerciten fe o hagan algo por ello. Este acto divino es por la absoluta soberanía de Dios que decide darles “vida” sin la cooperación del hombre para su salvación, es decir, el hombre no ejercita fe para ser regenerados; el hombre es regenerado primero por el Espíritu de Dios para ejercitar la fe que Dios el da.

Eze 37:3-6, 14: Y díjome: Hijo del hombre, ¿vivirán estos huesos? Y dije: Señor Jehová, tú lo sabes. Díjome entonces: Profetiza sobre estos huesos, y diles: Huesos secos, oid palabra de Jehová. Así ha dicho el Señor Jehová á estos huesos: He aquí, yo hago entrar espíritu en vosotros, y viviréis. Y pondré nervios sobre vosotros, y haré subir sobre vosotros carne, y os cubriré de piel, y pondré en vosotros espíritu, y viviréis; y sabréis que yo soy Jehová….Y pondré mi espíritu en vosotros, y viviréis, y os haré reposar sobre vuestra tierra; y sabréis que yo Jehová hablé, y lo hice, dice Jehová.

Los que reciben a Jesus son los que previamente han sido engendrados ( nacidos de Nuevo) por la voluntad de Dios y son dados el derecho de ser hechos hijos de Dios,  no porque ellos decidieron por su propia voluntad el “Creer;” sino porque Dios en su voluntad les regenero para creer.
Juan 1:11-13:  A lo suyo vino, y los suyos no le recibieron. Mas á todos los que le recibieron, dióles potestad de ser hechos hijos de Dios, á los que creen en su nombre:  Los cuales no son engendrados de sangre, ni de voluntad de carne, ni de voluntad de varón, mas de Dios.

Según Jesus, el Nuevo nacimiento es un nacimiento espiritual que no depende de la voluntad del hombre sino de Dios. La expresión del verso 8 indica que la experiencia del Nuevo nacimiento no depende en absoluto de la voluntad del hombre de realizarlo, sino mas bien de la voluntad de Dios, El cual lo hace a quien quiere.
Juan 3:3-8:  Respondió Jesús: De cierto, de cierto te digo, que el que no naciere de agua y del Espíritu, no puede entrar en el reino de Dios. Lo que es nacido de la carne, carne es; y lo que es nacido del Espíritu, espíritu es. No te maravilles de que te dije: Os es necesario nacer otra vez. El viento de donde quiere sopla, y oyes su sonido; mas ni sabes de dónde viene, ni á dónde vaya: así es todo aquel que es nacido del Espíritu.

Jesus afirma la soberanía de Dios de dar vida a los que El quiere, así también Jesus tiene el poder de dar vida a los que El quiere, es decir, el hombre no tiene parte en la salvación, todo depende de Dios.

Juan 5:21: Porque como el Padre levanta los muertos, y les da vida, así también el Hijo á los que quiere da vida.

Pablo confirma la enseñanza de Jesus, que Dios “nos dio vida cuando estábamos muertos en delitos y pecados juntamente con Cristo”  ---este acto de Dios fue hecho sin que el hombre haya ejercido fe  o haya hecho algo previamente—el “dar vida juntamente con Cristo” es por “Gracia”—es decir, no esta condicionada a alguna obra humana que el hombre haya hecho previamente como condición para obtener la “nueva vida en Cristo.” Es simplemente la voluntad soberana de Dios de “dar vida” a sus escogidos en Cristo, y esto es hecho por gracia.

Efesios 2:1-5 Y de ella recibisteis vosotros, que estabais muertos en vuestros delitos y pecados,  En que en otro tiempo anduvisteis conforme á la condición de este mundo, conforme al príncipe de la potestad del aire, el espíritu que ahora obra en los hijos de desobediencia:  Entre los cuales todos nosotros también vivimos en otro tiempo en los deseos de nuestra carne, haciendo la voluntad de la carne y de los pensamientos; y éramos por naturaleza hijos de ira, también como los demás.  Empero Dios, que es rico en misericordia, por su mucho amor con que nos amó, Aun estando nosotros muertos en pecados, nos dió vida juntamente con Cristo; por gracia sois salvos; Y juntamente nos resucitó, y asimismo nos hizo sentar en los cielos con Cristo Jesús,”

Santiago confirma la verdad monergista de que el “nuevo nacimiento” o regeneración no solo antecende la fe, pero es obra absoluta de la voluntad de Dios.

Santiago 1:18:  “El, de su voluntad nos ha engendrado por la palabra de verdad, para que seamos primicias de sus criaturas”

Pedro confirma que somos regenerados ( nacidos de Nuevo) por la misericordia de Dios, este acto de Dios excluye cualquier obra o voluntad humana como causa de la salvación. Y añade que la regeneración es por resurrección de Cristo de entre los muertos.

1 Pedro 1:3: Bendito el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, que según su grande misericordia nos ha regenerado en esperanza viva, por la resurrección de Jesucristo de los muertos,”

Juan relaciona nuestras obras de justicia al haber “nacido de Dios”- regeneración- que los otros Apóstoles enseñaron en sus cartas. En otras palabras NO hacemos “obras de justicia” para “nacer de Nuevo,” sino que hacemos obra de justicia por “haber nacido de Nuevo.”

1 Juan 2:29 “Si sabéis que él es justo, sabed también que cualquiera que hace justicia, es nacido de él.”

LA SOBERANÍA DE DIOS EN LA SALVACIÓN DE AQUELLOS QUE EL PADRE ESCOGIÓ DESDE ANTES DE  LA FUNDACIÓN DEL MUNDO ES UNA HECHO Y UNA VERDAD BÍBLICA. 


Pablo lo resumió en su carta a los Efesios de forma magistral:


"según nos escogió en Él antes de la fundación del mundo, para que fuésemos santos y sin mancha delante de Él, en amor, habiéndonos predestinado para ser adoptados hijos suyos por medio de Jesucristo, según el beneplácito de su voluntad, "  (Efesios 2:4-5)

Caesar Arevalo.



http://caesararevalo.blogspot.com/

1 comentario:

  1. Asì mismo es Hno. Johannes Chavez; No existe un verdadero cambio de regeneraciòn Cristiana;si no nos entregamos;en
    mente,cuerpo,corazòn, y alma,a la fè-redentora i vivificadora,mediante la obra de Cristo,y su Santo Espìritu,venido del Padre,
    en forma voluntaria y soberana,hemos sido escojidos y predestinados,por su gracia y misericordia,a ser adoptados,.-

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