20 julio, 2016

Plenitud de Gozo - R.C. Sproul


Una de las características únicas del Evangelio de Juan que ha sido un deleite para los cristianos a través de las épocas son las famosas declaraciones “yo soy” de Jesús. Por ejemplo, Jesús dijo: Yo soy el pan de Vida” (6:48); “yo soy la luz del mundo” (8:12); “yo soy la puerta” (10:7); “yo soy el buen pastor” (10:14); y “yo soy la resurrección y la Vida” (11:25). Todas estas declaraciones nos ayudan a entender mejor quién es Jesús y lo que consiguió para su pueblo durante su paso por la tierra.

En todos los registros bíblicos de las declaraciones “yo soy” de Jesús, el griego tiene una forma extraña. Normalmente, “yo soy” es la traducción de la palabra griega eimi. Pero en los dichos “yo soy” de Jesús, el griego es una forma intensiva: ego eimi. Es casi como si Jesús estuviera tartamudeando, como si dijera: “Yo, yo soy”.