Es bueno recordar que el primer desvío que Cristiano encontró en su camino al cielo en El progreso del peregrino, de John Bunyan, sobrevino cuando Cristiano fue seducido por el consejo del Sr. Sabio Mundano. El Sr. Sabio Mundano no se llamaba Sr. Falso Teólogo, si bien enseñaba una falsa teología.