La palabra “providencia” ha sido utilizada para describir la soberanía de Dios sobre todas las cosas, al moverlas de acuerdo a su voluntad. Como piezas de rompecabezas él mueve todo para formar la imagen que él quiere. Como piezas de ajedrez él arregla todo de acuerdo a sus propósitos. Como un escultor él guía personas, circunstancias y eventos para moldear todo conforme a él le plazca.
Uno de los pasajes más claros que demuestra la providencia de Dios es Génesis 50:15-26. A continuación veremos cómo este pasaje nos enseña que: La providencia de Dios es su cuidado, guía y gobierno sobre personas, circunstancias y eventos, en el pasado, presente y futuro, para su gloria y el bien de su pueblo. [1]