14 agosto, 2017

Amado, y, sin embargo, Afligido - Charles Spurgeon


Un sermón predicado ante una audiencia de damas inválidas en Mentone, Francia

por Charles Haddon Spurgeon

"Señor, he aquí el que amas está enfermo." Juan 11: 3.
Aquel discípulo a quien Jesús amaba no está de ninguna manera renuente a registrar que Jesús también amaba a Lázaro: no existen celos entre aquellos que son elegidos por el Bienamado. Jesús amaba a María, y a Marta, y a Lázaro: es algo dichoso cuando una familia entera vive en el amor de Jesús. Eran un trío favorecido, y, sin embargo, como la serpiente entró en el Paraíso, así también la aflicción entró a su tranquilo hogar de Betania. 


Lázaro estaba enfermo. Todos ellos sentían que si Jesús estuviese allí, la enfermedad escaparía de Su presencia; entonces, ¿qué otra cosa debían hacer sino notificarle su tribulación? Lázaro se encontraba a las puertas de la muerte, y entonces sus amorosas hermanas reportaron de inmediato su aflicción a Jesús, diciéndole: "Señor, he aquí el que amas está enfermo."