"Otra parte cayó en pedregales, donde no tenía mucha tierra; y brotó pronto, porque no tenía profundidad de tierra. Pero salido el sol, se quemó; y porque no tenía raíz, se secó”
Marcos 4:5,6.
¡El sol! Cuando sale, la planta que no tiene raíces se seca y muere. En cambio, la planta que está en buena tierra y que ha echado raíces profundas para encontrar agua, ésta crecerá y florecerá bajo la luz del sol. ¡La luz es exactamente lo que necesita para crecer! Así que, en vez de hacerle daño, la luz del sol sirve para ayudarle a florecer y llevar fruto. Sucede igual con los nuevos convertidos: Las pruebas revelan su verdadera condición espiritual.
Durante los tiempos de prueba el falso convertido deja de crecer y se aparta de los caminos de Dios para volver al mundo y a su pecado. El verdadero convertido que tiene raíces en Cristo Jesús y que ha recibido el “agua de vida”, crecerá y florecerá bajo la luz de las pruebas. La aflicción, la persecución y la tribulación, que incluye la tentación es “la luz” que el verdadero creyente necesita para crecer en Cristo y florecer manifestando el fruto del Espíritu Santo.
Lo peor que se puede hacer con una planta es esconderla de la luz del sol. Si es una buena planta en buena tierra, necesita la luz para crecer y florecer. Si no es una buena planta, la luz del sol lo mostrará rápidamente. ¡Es igual con el nuevo convertido!
Lo peor que podemos hacer con alguien que acaba de convertirse a Cristo es esconderlo de las pruebas, de la aflicción, la persecución, la tribulación. En el caso de una falsa conversión, es mejor que la prueba revele que el “creyente” es un falso convertido porque si lo escondemos a él de las pruebas, estaremos dándole una falsa seguridad, una falsa esperanza.
En el día del juicio será demasiado tarde para que él se arrepienta y por lo tanto será lanzado en el lago de fuego. Sin embargo, si las pruebas revelan una falsa conversión, podemos ayudarle a la persona a realmente convertirse a Cristo, enseñándole la Ley, su culpabilidad delante de Dios y lo que Cristo hizo para salvarlo. Estos son asimismo los que fueron sembrados en pedregales: los que cuando han oído la palabra, al momento la reciben con gozo; pero no tienen raíz en sí, sino que son de corta duración, porque cuando viene la tribulación o la persecución por causa de la palabra, luego tropiezan. Mat. 13:20,21.
Si se trata de un nuevo convertido, un verdadero cristiano, no tenemos por qué preocuparnos si él se encuentra en medio de una prueba. Más bien, déjelo sufrir porque la prueba le obligará a echar sus raíces aun más profundamente en Cristo y así crecer y florecer. Dios es bueno y es muy capaz de guardarlo, y guardarlo bien, aun dentro de una prueba. El Señor sabe que su nuevo hijo necesita luchar un poco para poder crecer en su fe. Jud 24. Y a aquel que es poderoso para guardaros sin caída, y presentaros sin mancha delante de su gloria con gran alegría. LAS PRUEBAS DETERMINARÁ, EN REALIDAD QUIÉN ERES.
Por Isaac Villalobos
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Gracias Hno.Johannes Chavez;por tan significativo y edificante mensaje para la vida de todo buen Cristiano;así mismo es, como: "La Parábola del Sembrador",dice.-
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