01 septiembre, 2016

Remedios Preciosos Contra Las Artimañas Del Diablo Part 2 - Tomás Brooks


En esta segunda parte trataremos con otras dos tácticas utilizadas por el diablo para hacer que los creyentes caigan en el pecado. 
Primero, satanás les habla que los mejores creyentes de la biblia pecaron y por lo tanto los creyentes pueden pecar también. 
En segundo lugar, satanás les dirá que no se preocupen por sus pecados, que Dios es misericordioso para perdonarles. 
Ahora veremos la forma de enfrentar estas artimañas.
  • Primero, a veces satanás les dice a los creyentes que, como todos aquellos de los que leemos en la biblia pecaron, entonces el pecado no es tan grave. David fue un hombre que amó a Dios, y sin embargo cometió el adulterio. Satanás se apoya en este asunto para decirnos que el adulterio no es tan malo. Noé fue un hombre que halló gracia ante los ojos de Dios (Gén.6:8) , sin embargo en Génesis 9:21 leemos que este hombre se emborrachó. Satanás dirá entonces a los creyentes que tampoco la borrachera es un pecado tan grave delante de Dios. El evangelio de San Mateo capítulo 16:17 nos habla de que Pedro fue bendecido por el Señor; pero en Mateo 26:74 el mismo apóstol maldijo y negó a nuestro Señor Jesucristo. Con esta base, satanás dice a los creyentes que tales pecados no son tan graves en ninguna manera.¿Tiene razón satanás? David, Noé, Pedro y otros hijos de Dios pecaron gravemente contra Dios. ¿Significa esto que los creyentes no deben preocuparse por sus pecados? En primer lugar, satanás solo está mencionando una parte de la historia. David pecó, pero también David se arrepintió. El Salmo 51 nos habla de como se sintió David y que hizo después de haber caído en el pecado. “Lávame más y más de mi maldad, límpiame de mi pecado.” (Sal. 51:2) Estas no son las palabras de alguien que no se preocupaba por el pecado, sino de alguien que estaba arrepentido, que aborreció su pecado y pidió el perdón de Dios. De la misma manera, después que Pedro maldijo y negó al Señor, salió y lloró amargamente. (Mateo 26:75) ¿Porque lloraba Pedro? Lloraba porque estaba consciente de su pecado y estaba arrepentido de lo que había hecho. Cuando uno piensa que puede pecar porque los creyentes bíblicos lo hicieron, uno debe preguntarse si puede arrepentirse como ellos lo hicieron. La verdad es que muchos pueden pecar en la forma que estos hombres lo hicieron, pero muy pocos pueden arrepentirse como ellos lo hicieron. Es decir, aunque los creyentes bíblicos cayeron en el pecado ocasionalmente, en realidad lo aborrecían. Del mismo modo, los creyentes deben aborrecer el pecado y desear alejarse de él.
  • Segundo, nótese que estos creyentes no permanecieron en el pecado. Pecaron en ocasiones pero no vivían en el pecado. Y aún cuando pecaron, no lo hicieron de todo corazón. Satanás desea que los  creyentes pequen tan seguido a fin de que se acostumbren al pecado, quiere que se sientan a gusto pecando. Esto es muy diferente a la forma en que cayeron David y Pedro. Es necesario recordar que David y los demás creyentes mencionados sufrieron mucho a consecuencia de sus pecados. En el Salmo 51, David dice que le fue tan doloroso como la fractura de un hueso. (Sal. 51:8) Y Dios le sentenció como consecuencia de su falta diciéndole que siempre habría violencia en su familia y así ocurrió.

Los pecados de David y Pedro están registrados en la biblia como una advertencia a los creyentes y también para su ayuda. Por un lado Dios no quiere que los creyentes se desesperen cuando pecan, y por esta razón nos muestra que aún los creyentes más fuertes pecaron. Y por otro lado Dios advierte a los creyentes a no descuidarse en su lucha contra el pecado. Debemos aprender de las caídas de otros, es decir, sus caídas pueden ayudarnos a nosotros a no caer. No hay ninguna seguridad en nuestros años como creyentes ni tampoco en nuestra fidelidad del pasado. Hay gracia y perdón para los que han caído pero también hay disciplina.
Además de esta táctica, satanás trata de lograr que los creyentes no se preocupen por el pecado, diciéndoles que Dios es misericordioso y que siempre les perdonará. El diablo les habla de que Dios es un Dios de pura misericordia y que está dispuesto a tenerles misericordia, y que siempre estará más propenso a perdonar que a castigar a su pueblo. Veamos a continuación cinco remedios preciosos en contra de esta táctica:
  • Primero, siempre es una señal de que Dios está en contra nuestra cuando no nos preocupamos por el pecado. Cuando vemos que alguien no está preocupándose por sus pecados, podemos estar seguros de que Dios está juzgando a esta persona. Es una cosa terrible cuando Dios entrega a uno a sus propios pecados. En una ocasión Dios dijo con respecto a los israelitas: “Los dejé por tanto a la dureza de su corazón; caminaron en sus propios consejos” (Sal 81:12) En otro momento “Efraín es dado a ídolos; déjalo” (Os. 4:17) Esto fue el juicio de Dios contra de ellos. Cuando Dios abandona a un pueblo, entonces ya no se preocupan por sus pecados.
  • Segundo, Dios es tanto misericordioso como justo; Su misericordia no anula Su justicia. Satanás oculta esta verdad cuando dice que Dios siempre será solamente misericordioso. Cuando Adán pecó, Dios en su justicia le echó fuera del paraíso. Cuando el mundo antediluviano se corrompió, Dios en su justicia mandó el diluvio. A menos que los pecadores se arrepientan, Dios no les puede perdonar.
  • Tercero, los pecados contra la misericordia de Dios acarrean mayor juicio. Cuando los hombres abusan de la misericordia de Dios entonces viene su juicio. Este es el orden en que Dios actúa: Ofrece primero su misericordia, pero si los hombres no le hacen caso, entonces son juzgados. Dios mostró gran misericordia y ternura hacia los israelitas, sin embargo ellos se alejaron de Dios y le olvidaron. Jesús les advirtió que no quedaría piedra sobre piedra de su templo y así sucedió. (Mar. 13:2) Jerusalén y el templo fueron destruidos. Los judíos fueron muertos y llevados cautivos. Los que abusaron de la misericordia de Dios y le dieron la espalda a sus advertencias, fueron objetos de su justicia. Entre más que uno es bendecido, más severo será su juicio si se olvida de Dios. Capernaum que fue levantada hacia el cielo posteriormente, fue puesta hasta la parte más baja del infierno. (Mat.11:23)
  • Cuarto, los creyentes no deben pensar que debido a que disfrutan de algunas bendiciones de Dios, todo está bien. Todos de alguna manera u otra reciben constantemente beneficios de la bondad de Dios. Pero la misericordia especial de Dios es solamente para aquellos que le aman y le obedecen. “Todas las sendas de Jehová son misericordia y verdad para los que guardan su pacto y sus testimonios” (Sal 25:10) “He aquí el ojo de Jehová sobre los que le temen, sobre los que esperan su misericordia.” (Sal.33:18) “Porque como la altura de los cielos sobre la tierra, engrandeció su misericordia sobre los que le temen.” (Sal.103:11) ¿Teme usted a Dios? Si es así, entonces no deseara pecar contra su misericordia.
  • Quinto, la misericordia de Dios es un motivo muy fuerte para no pecar. La bondad de Dios nunca debe convertirse en un pretexto para pecar. La biblia dice que debido a la misericordia de Dios, los creyentes deben entregarse completamente a El, su cuerpo, su mente y todo lo que son, a fin de que sean usados en su servicio. (Rom.12:1) La misericordia de Dios debe conducir a los creyentes a amarle y no a pecar contra Él. Los que toman la misericordia de Dios como un pretexto para pecar, están siguiendo una lógica satánica. Cuando esta lógica de pensamiento predomina en una persona, hay motivos para suponer que tal persona está en perdición. Cuando una persona dice que la misericordia de Dios significa que el pecado no importa, tal persona demuestra que no está valorando correctamente este atributo divino. Una comprensión correcta de la misericordia divina, trae como resultado una atracción hacia Dios y un aborrecimiento del pecado.


Otro método usado por el diablo para hacer que los creyentes caigan en el pecado 


Satanás les dice a los creyentes que es fácil arrepentirse, tan sencillo como confesarlo al sacerdote. Todo lo que tienes que decir es, “Señor ten misericordia de mí” y Él te perdonará. Susurrará a tu oído que el arrepentimiento es fácil.
Esta mentira del diablo es muy peligrosa. Es una mentira que ha sido usada para engañar a muchos y ponerlos bajo el control y dominio del pecado. El arrepentimiento no es fácil; está más allá de las fuerzas humanas. Para arrepentirse uno necesita el mismo poder que levantó a Cristo de los muertos, es decir, se necesita el poder de Dios.
El apóstol Pablo escribió a Timoteo que los siervos de Dios debían enseñar la verdad, con la esperanza que Dios concediera a los oyentes el arrepentimiento. (2 Tim.2:25) El arrepentimiento no es fácil; el arrepentimiento es el don de Dios. El profeta Jeremías preguntó: “¿Mudará el etíope su piel, y el
leopardo sus manchas? Así también, ¿Podréis vosotros hacer bien, estando habituados a hacer el mal?” (Jer.13:23).
Las personas no pueden cambiarse a sí mismos; hace falta el poder de Dios para que puedan cambiar. El hecho simple de decir, “Señor ten misericordia de mí,” no es el arrepentimiento verdadero. Los que usan este lenguaje sin un cambio genuino en sus vidas, se están engañando. Muchos están ahora en el infierno porque se equivocaron en cuanto a la naturaleza del arrepentimiento.

Hay tres elementos esenciales en el arrepentimiento: 
  • El primer elemento es un cambio sustancial; es dar la espalda al pecado y volverse hacia Dios. El arrepentimiento es dejar las tinieblas y volver a la luz. Isaías dijo: “Deje el impío su camino, y el hombre inicuo sus pensamientos, y vuélvase a Dios.” (Is.55:7) El arrepentimiento significa dar la espalda a todo pecado, aún el pecado que uno amaba más. Significa también un cambio de actitud hacia Dios y hacia todo lo que Él manda. Cuando una persona se arrepiente verdaderamente, sabe que no existe nada en ella misma que agrade a Dios, y todo lo que tiene es su pecado. Esto le hace volverse a Dios suplicándole ayuda y perdón. El arrepentimiento no es fácil. Siempre es difícil y ocasiona dolor y vergüenza.
  • El segundo elemento en el arrepentimiento verdadero es un cambio completo de vida. El arrepentimiento significa un cambio en la vida interior, en lo que uno piensa y en lo que uno desea. El arrepentimiento significa un cambio tan fuerte en la vida que otros pueden verlo, un cambio en su manera de vivir, en sus hábitos, en su perspectiva. Isaías 1:16 dice, “Lavaos y limpiaos; quitad la iniquidad de vuestras obras delante de mis ojos; dejad de haced lo malo; aprended a haced el bien.” Esto significa un cambio exterior e interior, un cambio completo de vida.
  • El tercer elemento del arrepentimiento es su continuidad a lo largo de toda la vida del creyente. Arrepentirse significa siempre esforzarse para guardar la ley de Dios en forma más completa. Significa acercarse cada vez más a Dios aunque al mismo tiempo, sabemos que no podemos dejar de considerarnos pecadores. La vida cristiana consiste de un proceso continuo de mortificación del pecado. El apóstol Pablo, quien fue usado grandemente por Dios, dijo, “¡Miserable hombre de mí ! ¿Quien me librará de este cuerpo de muerte?” (Rom.7:24). El arrepentimiento no es propio de la naturaleza humana; se necesita tanto del poder de Dios para arrepentirse, como para no pecar. “Venid y volvamos a Jehová porque Él nos arrebató y nos curará; hirió y nos vendará. Nos dará vida después de dos días; en el tercer día nos resucitará y viviremos delante de El.” (Os. 6:1-2) Fíjense que Dios es el que hace todas estas cosas a favor de su pueblo. Él les sana. Él venda sus heridas. Les vivifica y restaura. El poder de Dios y el amor de Dios están actuando en el arrepentimiento. Sin la misericordia y el amor de Dios actuando en uno, no puede haber arrepentimiento verdadero. Es común que satanás le dice a uno que el arrepentimiento es fácil. Pero después de que se ha caído en el pecado su mensaje cambiará; ahora dirá que el arrepentimiento es imposible. Una vez que la persona se ha acostumbrado al pecado, el diablo dirá que el arrepentimiento es la cosa más difícil que uno puede hacer. Le dirá que resulta difícil dar la espalda a los pecados que ya forman parte de su vida misma. Dirá que no puede haber posibilidad del arrepentimiento, porque ha abusado de la misericordia de Dios y no ha hecho caso de las advertencias divinas. Satanás le hablará de cuántas veces ha caído y que tan malos han sido sus pecados. Le dirá, “Ahora es imposible arrepentirse.” Los creyentes verdaderos buscarán el arrepentimiento mientras haya tiempo, ¡hoy! El arrepentimiento nunca es fácil pero con la ayuda y con la misericordia de Dios, uno puede dar la espalda al pecado y volverse hacia Dios.


Referencias

1. ↑ Fuente: Libro Remedios Preciosos Contra Las Artimañas Del Diablo | Por Tomás Brooks | Licencia bajo dominio públicoPublicado originalmente en 1652 en Inglaterra.
2. Adaptación Johannes Chavez



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