07 abril, 2016

Falta de Contentamiento

Pecados Respetables: Falta de Contentamiento


El descontento es el sentimiento que surge cuando las circunstancias adversas se prolongan sin cambio alguno y no podemos hacer nada para modificarlas. Es un hecho que las advertencias más frecuentes de la Biblia contra el descontento tienen que ver con el dinero y las posesiones, pero aquí me gustaría hablar de un tipo de descontento que tal vez es más común entre los cristianos comprometidos con Dios. Es decir, la actitud que resulta de circunstancias que se alargan sin cambiar y que se convierten en una prueba para nuestra fe.

  • Un empleo que no satisface o por el que recibe un salario bajo
  • Soledad en la edad madura o vejez
  • Infertilidad
  • Infelicidad en el matrimonio
  • Discapacidad física o salud precaria…  y hay otras.


Sus circunstancias quizá sean mucho más difíciles que las que me han tocado vivir, pero la verdad es que lo que determina si tenemos falta de contentamiento o no, es nuestra reacción a las circunstancias y no tanto el grado de dificultad de ellas.

A fin y a cabo el descontento es un pecado.

El propósito fundamental de este estudio es ayudarnos a enfrentar la presencia de muchos de los pecados sutiles que hay en nuestra vida y reconocer el hecho de que los hemos ido tolerando y aceptando cada vez más.

Salmo 139:16 puede ayudarnos a enfrentar las circunstancias que pueden tentarnos a estar descontentos.

"Mi embrión vieron tus ojos,
Y en tu libro estaban escritas todas aquellas cosas
Que fueron luego formadas,
Sin faltar una de ellas."

Salmo 139:13 dice lo siguiente para quienes viven con discapacidades físicas.

"Porque tú formaste mis entrañas;
Tú me hiciste en el vientre de mi madre."

Job 1:21 nos ayuda cuando nos toca experimentar la decepción terrible y humillante.

"y dijo: Desnudo salí del vientre de mi madre, y desnudo volveré allá. Jehová dio, y Jehová quitó; sea el nombre de Jehová bendito."

Al tratar con la falta de contentamiento, probablemente he tocado fibras sensibles. Quizá la situación se agrava más porque he dicho que la falta de contentamiento es pecado. Tal vez usted está pensando: si él conociera mí situación, no sería tan radical ni me sermonearía. Es verdad, no conozco su situación particular, pero he luchado contra la falta de contentamiento y se ha esforzado por vencerla con las verdades bíblicas.


No hay comentarios:

Publicar un comentario